La vez pasada habíamos ido con los chicos de HolidayAutos a comer unas costillitas de cerdo que eran un recontra manjar, me deboré todo un costillar entero y quedé fascinado. Les dije a los pibes que quería hacer otra vez las ribs antes de volverme porque la verdad, pocas veces había disfrutado así de una comida inglesa.
Ayer quedé con Deano y con Gemma de volver ahí, así que luego de la oficina, tube hasta Waterloo y después de ahí, tren hasta Aldershot, que es por donde para Dean. Aproximadamente 45 minutos de viaje que se me pasaron rápido porque fui leyendo el libro de Richard Hammond que compré el finde pasado (me lo estoy devorando) y llegué, Dean me estaba esperando con su Twingo feo rojo en la puerta de la estación de tren, así que inmediatamente me trepe al Renault y partimos hacia la casa de él en donde ibamos a recolectar a Gem.
Dean se metió por esos caminos que conoce él solo y nos metimos en un restaurant rutero, pero no de una ruta fabulosa de 400 carriles, sino de una rutita de morondanga en el medio de la nada. Nos sentamos y pedimos nuestras ribs con una jacked potato y deboramos todo en varios segundos. No quedó nada. Una delicia nuevamente, con lo cual he comprobado que no entiendo porqué la comida típica es el maldito Fish&Chips que es incomible y no estas ribs que son una delicia.
Luego Dean me dice, vamos a un pub que era una Iglesia, pero que la hicieron Pub. Finalmente hicieron algo productivo con la religión, pensé, pero simplemente me dejé llevar y fuimos al pub. Era raro, adentro del pub tenían vitreauxs religiosos y sin embargo, lleno de borrachos ahí tirados pidiendo otras pintas. En realidad era un restaurant, pero obviamente había lugar para algunos drinks. Tuvimos una interesante charla sobre la cultura inglesa y saltó obviamente la pregunta de porqué a mi me gustaba tanto Inglaterra, que ellos veían en argentinos como yo una pasión por el país que ni ellos entendían. Creo que mi respuesta fue categórica, en Inglaterra existe el respeto hacia los demás y creo que vivir en un lugar en donde cualquiera te respeta no tiene precio.
Me volví en un trencito a la noche mientras seguía con mi lectura y llegué a casa, aunque en el medio me quedaba pensando en lo que me habían preguntado y creo que ellos no entienden porque siempre vivieron en un estado de respeto, en el momento que les falte, lo van a apreciar mucho más. (ojalá que eso nunca pase)
Ayer quedé con Deano y con Gemma de volver ahí, así que luego de la oficina, tube hasta Waterloo y después de ahí, tren hasta Aldershot, que es por donde para Dean. Aproximadamente 45 minutos de viaje que se me pasaron rápido porque fui leyendo el libro de Richard Hammond que compré el finde pasado (me lo estoy devorando) y llegué, Dean me estaba esperando con su Twingo feo rojo en la puerta de la estación de tren, así que inmediatamente me trepe al Renault y partimos hacia la casa de él en donde ibamos a recolectar a Gem.
Dean se metió por esos caminos que conoce él solo y nos metimos en un restaurant rutero, pero no de una ruta fabulosa de 400 carriles, sino de una rutita de morondanga en el medio de la nada. Nos sentamos y pedimos nuestras ribs con una jacked potato y deboramos todo en varios segundos. No quedó nada. Una delicia nuevamente, con lo cual he comprobado que no entiendo porqué la comida típica es el maldito Fish&Chips que es incomible y no estas ribs que son una delicia.
Luego Dean me dice, vamos a un pub que era una Iglesia, pero que la hicieron Pub. Finalmente hicieron algo productivo con la religión, pensé, pero simplemente me dejé llevar y fuimos al pub. Era raro, adentro del pub tenían vitreauxs religiosos y sin embargo, lleno de borrachos ahí tirados pidiendo otras pintas. En realidad era un restaurant, pero obviamente había lugar para algunos drinks. Tuvimos una interesante charla sobre la cultura inglesa y saltó obviamente la pregunta de porqué a mi me gustaba tanto Inglaterra, que ellos veían en argentinos como yo una pasión por el país que ni ellos entendían. Creo que mi respuesta fue categórica, en Inglaterra existe el respeto hacia los demás y creo que vivir en un lugar en donde cualquiera te respeta no tiene precio.
Me volví en un trencito a la noche mientras seguía con mi lectura y llegué a casa, aunque en el medio me quedaba pensando en lo que me habían preguntado y creo que ellos no entienden porque siempre vivieron en un estado de respeto, en el momento que les falte, lo van a apreciar mucho más. (ojalá que eso nunca pase)