Wednesday, 15 October 2008

Rack of Ribs

La vez pasada habíamos ido con los chicos de HolidayAutos a comer unas costillitas de cerdo que eran un recontra manjar, me deboré todo un costillar entero y quedé fascinado. Les dije a los pibes que quería hacer otra vez las ribs antes de volverme porque la verdad, pocas veces había disfrutado así de una comida inglesa.

Ayer quedé con Deano y con Gemma de volver ahí, así que luego de la oficina, tube hasta Waterloo y después de ahí, tren hasta Aldershot, que es por donde para Dean. Aproximadamente 45 minutos de viaje que se me pasaron rápido porque fui leyendo el libro de Richard Hammond que compré el finde pasado (me lo estoy devorando) y llegué, Dean me estaba esperando con su Twingo feo rojo en la puerta de la estación de tren, así que inmediatamente me trepe al Renault y partimos hacia la casa de él en donde ibamos a recolectar a Gem.

Dean se metió por esos caminos que conoce él solo y nos metimos en un restaurant rutero, pero no de una ruta fabulosa de 400 carriles, sino de una rutita de morondanga en el medio de la nada. Nos sentamos y pedimos nuestras ribs con una jacked potato y deboramos todo en varios segundos. No quedó nada. Una delicia nuevamente, con lo cual he comprobado que no entiendo porqué la comida típica es el maldito Fish&Chips que es incomible y no estas ribs que son una delicia.

Luego Dean me dice, vamos a un pub que era una Iglesia, pero que la hicieron Pub. Finalmente hicieron algo productivo con la religión, pensé, pero simplemente me dejé llevar y fuimos al pub. Era raro, adentro del pub tenían vitreauxs religiosos y sin embargo, lleno de borrachos ahí tirados pidiendo otras pintas. En realidad era un restaurant, pero obviamente había lugar para algunos drinks. Tuvimos una interesante charla sobre la cultura inglesa y saltó obviamente la pregunta de porqué a mi me gustaba tanto Inglaterra, que ellos veían en argentinos como yo una pasión por el país que ni ellos entendían. Creo que mi respuesta fue categórica, en Inglaterra existe el respeto hacia los demás y creo que vivir en un lugar en donde cualquiera te respeta no tiene precio.

Me volví en un trencito a la noche mientras seguía con mi lectura y llegué a casa, aunque en el medio me quedaba pensando en lo que me habían preguntado y creo que ellos no entienden porque siempre vivieron en un estado de respeto, en el momento que les falte, lo van a apreciar mucho más. (ojalá que eso nunca pase)

Sunday, 12 October 2008

Paseando por Londres

Es el último fin de semana que estoy en Londres en esta visita y decidí salir a caminar, por lugares que ya conocía, pero no me importaba, era el hecho de salir a caminar. Ayer era un día increíble, sol rajante y ni una nube (foto tomada con el celu de ayer), cosa que no sucede muy a menudo, con lo que el entusiasmo fue por partida doble. Arranqué cerca, primero fui hasta Hammersmith, que son dos estaciones de subte desde donde estoy. La idea era ir para ahí ya que puedo empalmar otra línea de tube que me deja en la crema de Londres, Piccadilly Circus.
De ahí fui en subte hasta una antes de Piccadilly y decidí caminar un poco más. Misteriosamente apareció una librería que no había visto antes que tenía solamente 6 pisos, así que empecé a recorrerla. Cuando llegué al sector de arquitectura me vi muy tentado de llamar a Vale, pero era demasiado temprano como para cortarle el sueño, así que recorrí por mi cuenta y me di cuenta que me gustan mucho los libros, pero que no los leo, ergo, no tenía ni el menor sentido que me compre algo para mí.

Luego de Piccadilly tenía una larga lista de pedidos para mulear a baires, y arrancaba con un Fastfret, que es un limpiador de cuerdas que puede ser de guitarra o bajo. En baires se consiguen pero te rompen el culo, así que me pidieron que lo compre acá. La mala noticia es que acá también me rompieron el culo, así que no sé si hubo demasiado negocio.

Seguí caminando y quería encontrar unos zapatos de golf que me habían encomendado y aparte la bola 8 para la negra. La bola 8 para quienes no conocen que es, es la mejor herramienta de management, uno agita la bola y tiene una ventanita en donde aparecen respuestas random y uno se acata a esa pregunta y listo. Las preguntas tienen que ser booleanas y tarde o temprano la bola tiene razón. Caminando, me metí en una juguetería de otros 5 pisos y fui a la parte de gadgets que es donde suele estar, y la cuestión es que tenían una bola similar, pero ¡no estaba pintada como bola 8! Una locura, es como que uno vaya a comprarse borceguíes y los borcegos sean rosados. Políticamente incorrecto, ¡eso tiene que estar pintado como bola 8!

Desistí hacer la compra y fui hasta el Nike Town para conseguir los zapatos de golf. Malas noticias, están rehaciendo el sector de Golf con lo cual está cerrado. Chauuu. Me metí en varias casas de deporte más, pero las llantas eran de distintas marcas, ¡en ningún lado Nike!

Ya había caminado bastante y paré en un pub O'Neils a regalarme una rica cerveza Heineken tirada. Me he dado cuenta que la Heineken tirada es extremadamente superior a la que viene en botella; cuando yo me juntaba a estudiar con el Líder, siempre comprábamos Heineken y estaba buena, pero hasta ahí, cuando fui a Amsterdam al Heineken Experience y te dan Heineken recién hecha a la temperatura correcta y con todo el fetiche, me encantó, entonces, donde suelo ver la Heineken tirada, pido de esa.

De ahí me fui a Covent Garden, infaltable en el circuito de cosas que ya viste, pero tenés que volver a ver mientras puedas. Había un grone tocando Johnny B Goode en una excelente versión, después llegué a casa y tuve que buscar la versión original de Chuck Berry porque ¡me había quedado con ganas de seguir escuchando más!

Luego fui hasta el Eye of London a ver un poco el Big Ben y la bella vista que hay desde los puentes cercanos. Era un hormiguero de gente, no se podía caminar y como yo tengo el fastidio fácil en esas ocasiones, emprendí el regreso (sin mencionar que ya no me daban las gambas).

Londres es una ciudad que uno puede volver n+1 veces y hacer siempre lo mismo que siempre te va a gustar como la primera vez. Tiene ese poder de sorprender sea la vez nro que sea que estás ahí.

Monday, 6 October 2008

Autos chocones

Vuelvo a la escritura luego de cierto período de vagancia que a cualquiera le puede agarrar. El sábado fui a Camden Town de nuevo, pero como el post anterior era de eso, no voy a hablar de nuevo de Camden, entonces aguanté al domingo que hice algo nuevo y distinto.

Hablando con Dean me dice que va a ir a ver una carrera de autos bangers, que basicamente, no hay demasiadas reglas, vale todo, los tipos corren en un óvalo y si chocás contra otro de frente, mala suerte, la carrera sigue. Es bastante violento y obviamente la gente viva cuando hay quilombo y no cuando la carrera es leal.

Me levanté el domingo tempranito, me fui hasta Waterloo haciendo una combinación exótica de subtes ya que la Jubelee line Dios sabrá porqué estaba cerrada y me tomé el tren hasta Aldershot, en donde Deano me estaba esperando. Una locura, casi dos horas de viaje para llegar hasta ahí, pero bueno, finalmente llegué y pasamos a buscar a Gemma y fuimos a la pista. La entrada costaba 12 pounds, lo cual es un poco como extorsivo, pero en ese momento lo pagamos y listo.

Empezaron a entrar los autos al circuito y se notaba que no era la primera vez que corrían, estaban todos recontra chocados por todos lados y se notaba también que tenían muchos arreglos encima. Por otro lado ponía muchos autos en una pista corta y mojada, como para asegurarse que haya muchos choques. Había distintas categorías, una que era rompan todo, otra que era tené un poco más de cuidado y otra que era puto el que choca. Pero no obstante hubo choques en todas las categorías.

Así viví la largada de la primer carrera:



Un condimento muy especial fue la lluvia que nos acompañó durante toda la tarde, y eso hizo que al mojarnos y al estar bien fresquito nos helemos. Aparte, como era un quilombo de autos, era imposible saber quién iba primero, lo cual le sacaba un poco de emotividad.

Antes de cada carrera tanto Dean como Gemma y yo escogíamos un auto como para por lo menos hinchar por uno y que no sea monótono. Solamente Dean pudo ganar, por lo general los autos que elegíamos se hacian pelota en la primer curva.

Luego de una larga jornada como de 4 horas, fuimos a un pub en Fleet donde cerramos el encuentro con una deliciosa pinta de Old Peculier.