Tuesday, 21 August 2007

Castle Howard

Turista: Disculpemé, ¿éste es el Castle Howard?
Recepción: Sí, efectivamente, ¡bienvenido!
Turista: Gracias, pero vayamos al grano, ¿a que hora sale Harry Potter a firmar autógrafos?
...


El Castle Howard se puede prestar a estos chistes malos, pero independientemente de eso, es un muy buen lugar para ir a recorrer. En Francia es común ir a ver los chateaus como el de Versallies o como el Fontainbleu, en donde uno ve unos jardines de la hostia, un terrible edificio, lindo por donde se lo mires y cuando uno entra está sobrecargado de decorados muy lujosos que dan muestra cómo venía la mano en esos momentos.

El Castle Howard está más o menos a unas 20 millas de York, por lo cual, aprovechamos la volteada del fin de semana y bajo el consejo de Pancha, fuimos. Agarramos unas rutas exóticas y nos metimos en el medio de la nada, en donde una pequeña calle nos dirigía hasta el castillo. Llegamos a la entrada y no decía mucho, cuando preguntamos el precio y nos dijeron 10 pounds la Pancha tiró centros como que le parecía una barbaridad por nada. Yo le dije, mirá, yo estoy acá, no se cuando vuelvo, yo entro.

Sabia decisión, empezamos a caminar por unos jardines muy imponentes hasta que llegamos al castillo. El castillo tenía un tamaño más que considerable, había carteles en donde indicaban que la familia Howard sigue viviendo en una de las alas del castillo. Se ve que estos tipos no tienen demasiadas preocupaciones ... A vos te va bien gordito ... como dijo una vez un ex presidente. Lo que daba a la facha principal del castillo, era un parque impresionante con una fuente hermosa haciendo eje con la puerta principal. A lo lejos se divisaba un lago con otra fuente inmersa que hacía aún el paisaje lejano más bonito.

Llegó el momento de entrar al castillo, había dos sectores, uno que había sido quemado en lso 40 y otro que era como fue en su momento. La visita estaba muy bien armada, en cada sala, tenías un muñeco que te explicaba todo lo que se veía, por ejemplo una gran vitrina con porcelanas, inclusive algunas Ming que estaban exhibidas. Los cuartos estaban cargadisimos de adornos, como cuadros, muebles, vasijas e inclusive vestidos de época puetos en maniquíes. También en muchas ocasiones había fotos actuales de los habitantes.

Desafortunadamente no se podía sacar fotos adentro del castillo, pero acá tengo un resúmen de las fotos de afuera, que realmente valía la pena.

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1 comment:

Sabi said...

Si bien lo recomendé en un principio, lo bardée al segundo que entramos a la recepción, pensando que la recepción ERA el castillo. Después, cuando pasamos a los jardines, claramente tuve que comerme las palabras con salsa golf. El castillo imponente, lujoso, bien mantenido nos recibió con todo. Entramos por el jardín de los jabalíes. Por dentro un lujo impresionante!
Cerca de la entrada, un jardín impresionante. Entre la flora, podíamos encontrar hasta hortalizas, rosas de todo tipo, conejitos de todos colores... y la fuente con irupés flotantes. Entre los árboles, robles enormes y viejísimos!

Como decía la negra, daba la sensación de estar caminando por ahí con los vestidos larguísimos y los peinados altos!