Admitámoslo, viajar en avión muchas veces se hace innecesariamente largo y tedioso, hay muchos factores que hacen que esto suceda. En este momento estoy en el aeropuerto de San Pablo, Guarhullos esperando mi vuelo para Buenos Aires luego de haber salido desde Bristol.
Normalmente yo salía directamente de Heathrow, me changaban ahí, me dejaban con todos los bártulos, me subía al avión, si viajaba por British Airways no siquiera bajaba del avión. Eran 15 horas, pero casi todas derechitas. Pero esta vez fue un poco distinto. Yo había arreglado con Globant que prefería alquilar un auto, porque lo cargaba hasta las manos en la puerta de mi casa, lo descargaba en Heathrow en donde ya hay changuitos para llevar las cosas y no hacía ni medio gramo de fuerza. Sino, tendría que haber tomado un taxi hasta la estación de tren, el tren hasta London Paddington y de ahí la conexión en bondi con Heathrow, que dios sabe donde me deja. Había dos motivos por los cuales quería el auto, primero, porque era más barato que el tren y segundo, por la comodidad de trasladar el peso.
Hablemos un poco del peso, como muchos habrán leído en los posts anteriores, no nos privamos de comprar nada, sobre todo libros, la Negra se compró media enciclopedia británica en una librería llamada Borders. En Grecia, la valija de ella, se nos había roto, se le salió de cuajo una rueda, con lo cual, trasladar esa valija era entre molesto, incómodo e insoportable. Por lo tanto, decidimos comprarnos dos valijas más, una en parte para reemplazar a la rota y la otra para poder cargar todas las boludeces que teníamos de las vacaciones o bien de lo que habíamos comprado en Bristol. También contábamos con una balanza que nos daba la idea de cómo veníamos. Afortunadamente, viajábamos por TAM que te permite por persona, dos bultos de 32kg cada uno. Es una exageración, ¡pero no estuvimos lejos del tope!
La Negra con su habilidad de Tetris para armar la valija, medianamente había cerrado las 3, las pesamos y ninguna pasaba los 28 kilos, entonces estábamos tranquilos. Lunes a la mañana, nos dispusimos ir a buscar el auto alquilado para poder empezar a cargar las valijas ahí adentro. Esta vez me dieron un Fiat Punto, si bien lo había alquilado en España el año pasado, me había acostumbrado al 307, entonces fue como bajar un poco de calidad. Llegamos a casa y empezamos a cargar las valijas, misteriosamente, cuando las agarramos parecía un poco más pesadas, pero quedó ahí.
Salimos a las 12 del mediodía rumbo a Heathrow Terminal 4 para poder tomar nuestro avioncito. El camino era de más o menos unas 2:30 hs, pero queríamos ir con tiempo suficiente por si pasaba algo en la ruta. Como veníamos muy bien hicimos una muy mini escala en Windsor en donde pudimos ver nuevamente el castillo en donde se alberga la reina cuando tiene ganas.
Llegamos a Heathrow, no encontrábamos dónde demonios se dejaba el auto. Entramos en la misma Terminal, salimos de ahí, casi me la pongo en una rotonda, pero no encontrábamos, también, necesitábamos cargar nafta, para poder devolver el auto y que no nos cobren 300 dólares la gota de súper. Encontramos una estación de servicio, cargamos y de ahí la Negra vio una rotonda en donde decía que para devolver los autos, había que seguir un trayecto. Fuimos para ese lado, y luego de algunos kilómetros llegamos. El lugar en donde devolvés el auto, no está taaaan cerca de la Terminal, entonces AVIS pone un bondi que te lleva. Hermoso, pero teníamos que subir las valijas, que pesaban media tonelada al bondi. Con mucho esfuerzo y ayuda del chofer, pudimos subirlas y nos destinamos a viajar. Llegamos a la Terminal a eso de las 16:20 hs, por lo que teníamos un cierto tiempo para ir al check in, aproximadamente 2:30 hs de huevo. Fuimos a un pub y ahí el tiempo se pasó bastante más rápido, así que de un momento a otro, fue hora de hacer el check in. Llegamos a la puerta y me dio paranoia con los pesos de las valijas, porque veíamos que varias personas, se tenían que poner a re-estibar el peso en sus otras valijas. La Negra me mato por la mala onda que tenía. Llegó nuestro turno y pesamos la valija más heavy. ¡Pesaba 36 kilos! Nos dijeron, chicos, tienen un problema, de Inglaterra no pueden salir valijas más pesadas que 32 kilos. O sea, ¡a estibar de nuevo! Abrimos la valija grande y saqué un “librito” de arquitectura de la Negra, me mandé a una de las puertas de check in que estaban cerradas y fui a pesar el “librito”. Pesaba 2.5 kilos … Bueno, parte del problema resuelto, mandamos ese libro a otro lado. Misteriosamente sacó otros dos libros que en total pesaban 3.5 kilos, o sea, asunto resuelto, acomodamos en los bolsos restantes y listo. Pasamos el check in. Eran 3 valijas de aproximadamente 30 kilos, más el bolso donde tengo los palos de golf, que pesaba 10 kilos. Claramente no había solamente palos.
Subimos al avión. En derredor nuestro se sienta una escola do zamba brasilera. Eran como 10 brazucas que estaban a pleno, que venían cantando y a los gritos. Por suerte se calmaron. En un momento, uno que estaba adelante nuestro, se sacó los zapatos y un importante olor a pie nos invadió. La Negra estaba a las puteadas. El viaje fue medianamente bueno, pudimos dormir y todo. Cuando aterrizamos, los negros estos se pusieron a aplaudir como si fuera el gol de Maradona a los Ingleses y aparte, empezaron a cantarle el feliz cumpleaños a una mulata que había por ahí.
Sigo en Guarhullos y en la pc tengo la hora de Inglaterra, serían las 11:09, por lo cual, ya serían 23 horas que arranqué el periplo. Nos faltan 2 hs más de espera acá, más 2 hs de viaje. Espero que finalmente lleguemos porque ya estoy molido.
Normalmente yo salía directamente de Heathrow, me changaban ahí, me dejaban con todos los bártulos, me subía al avión, si viajaba por British Airways no siquiera bajaba del avión. Eran 15 horas, pero casi todas derechitas. Pero esta vez fue un poco distinto. Yo había arreglado con Globant que prefería alquilar un auto, porque lo cargaba hasta las manos en la puerta de mi casa, lo descargaba en Heathrow en donde ya hay changuitos para llevar las cosas y no hacía ni medio gramo de fuerza. Sino, tendría que haber tomado un taxi hasta la estación de tren, el tren hasta London Paddington y de ahí la conexión en bondi con Heathrow, que dios sabe donde me deja. Había dos motivos por los cuales quería el auto, primero, porque era más barato que el tren y segundo, por la comodidad de trasladar el peso.
Hablemos un poco del peso, como muchos habrán leído en los posts anteriores, no nos privamos de comprar nada, sobre todo libros, la Negra se compró media enciclopedia británica en una librería llamada Borders. En Grecia, la valija de ella, se nos había roto, se le salió de cuajo una rueda, con lo cual, trasladar esa valija era entre molesto, incómodo e insoportable. Por lo tanto, decidimos comprarnos dos valijas más, una en parte para reemplazar a la rota y la otra para poder cargar todas las boludeces que teníamos de las vacaciones o bien de lo que habíamos comprado en Bristol. También contábamos con una balanza que nos daba la idea de cómo veníamos. Afortunadamente, viajábamos por TAM que te permite por persona, dos bultos de 32kg cada uno. Es una exageración, ¡pero no estuvimos lejos del tope!
La Negra con su habilidad de Tetris para armar la valija, medianamente había cerrado las 3, las pesamos y ninguna pasaba los 28 kilos, entonces estábamos tranquilos. Lunes a la mañana, nos dispusimos ir a buscar el auto alquilado para poder empezar a cargar las valijas ahí adentro. Esta vez me dieron un Fiat Punto, si bien lo había alquilado en España el año pasado, me había acostumbrado al 307, entonces fue como bajar un poco de calidad. Llegamos a casa y empezamos a cargar las valijas, misteriosamente, cuando las agarramos parecía un poco más pesadas, pero quedó ahí.
Salimos a las 12 del mediodía rumbo a Heathrow Terminal 4 para poder tomar nuestro avioncito. El camino era de más o menos unas 2:30 hs, pero queríamos ir con tiempo suficiente por si pasaba algo en la ruta. Como veníamos muy bien hicimos una muy mini escala en Windsor en donde pudimos ver nuevamente el castillo en donde se alberga la reina cuando tiene ganas.
Llegamos a Heathrow, no encontrábamos dónde demonios se dejaba el auto. Entramos en la misma Terminal, salimos de ahí, casi me la pongo en una rotonda, pero no encontrábamos, también, necesitábamos cargar nafta, para poder devolver el auto y que no nos cobren 300 dólares la gota de súper. Encontramos una estación de servicio, cargamos y de ahí la Negra vio una rotonda en donde decía que para devolver los autos, había que seguir un trayecto. Fuimos para ese lado, y luego de algunos kilómetros llegamos. El lugar en donde devolvés el auto, no está taaaan cerca de la Terminal, entonces AVIS pone un bondi que te lleva. Hermoso, pero teníamos que subir las valijas, que pesaban media tonelada al bondi. Con mucho esfuerzo y ayuda del chofer, pudimos subirlas y nos destinamos a viajar. Llegamos a la Terminal a eso de las 16:20 hs, por lo que teníamos un cierto tiempo para ir al check in, aproximadamente 2:30 hs de huevo. Fuimos a un pub y ahí el tiempo se pasó bastante más rápido, así que de un momento a otro, fue hora de hacer el check in. Llegamos a la puerta y me dio paranoia con los pesos de las valijas, porque veíamos que varias personas, se tenían que poner a re-estibar el peso en sus otras valijas. La Negra me mato por la mala onda que tenía. Llegó nuestro turno y pesamos la valija más heavy. ¡Pesaba 36 kilos! Nos dijeron, chicos, tienen un problema, de Inglaterra no pueden salir valijas más pesadas que 32 kilos. O sea, ¡a estibar de nuevo! Abrimos la valija grande y saqué un “librito” de arquitectura de la Negra, me mandé a una de las puertas de check in que estaban cerradas y fui a pesar el “librito”. Pesaba 2.5 kilos … Bueno, parte del problema resuelto, mandamos ese libro a otro lado. Misteriosamente sacó otros dos libros que en total pesaban 3.5 kilos, o sea, asunto resuelto, acomodamos en los bolsos restantes y listo. Pasamos el check in. Eran 3 valijas de aproximadamente 30 kilos, más el bolso donde tengo los palos de golf, que pesaba 10 kilos. Claramente no había solamente palos.
Subimos al avión. En derredor nuestro se sienta una escola do zamba brasilera. Eran como 10 brazucas que estaban a pleno, que venían cantando y a los gritos. Por suerte se calmaron. En un momento, uno que estaba adelante nuestro, se sacó los zapatos y un importante olor a pie nos invadió. La Negra estaba a las puteadas. El viaje fue medianamente bueno, pudimos dormir y todo. Cuando aterrizamos, los negros estos se pusieron a aplaudir como si fuera el gol de Maradona a los Ingleses y aparte, empezaron a cantarle el feliz cumpleaños a una mulata que había por ahí.
Sigo en Guarhullos y en la pc tengo la hora de Inglaterra, serían las 11:09, por lo cual, ya serían 23 horas que arranqué el periplo. Nos faltan 2 hs más de espera acá, más 2 hs de viaje. Espero que finalmente lleguemos porque ya estoy molido.