Wednesday, 5 September 2007

Pennrhyns Castle

¡Qué sería de la vida de las minas si no se detienen con boludeces! La Negra no es la excepción, antes de llegar al Caslte Conwy, fuimos a desayunar. Un desayuno re top británico con todas las de la ley. Lo bueno, es que en esos lugares tenes como aparadores con muuchos folletitos de turismo, pero a un nivel ridículo. "Venga a ver el yuyo más grueso de todo Gloucestershire" o cosas sin sentido. Afortunadamente, también hay cosas que valen la pena, y la Negra, en esos ataques de agarrar folletos de cualquier cosa, agarró uno que era sobre el Pennrhyns Castle. Nos quedaba de camino, lo vimos lindo, nos mandamos.

La entrada era un poco escondida, si bien, se veía desde la ruta, nadie podía afirmar que ese era el castillo. Nos metimos por unas calles muy angostas en el medio de la comarca, que por suerte estaban muy bien señalizados y llegamos. Tuvimos que caminar un poco antes de llegar hasta el castillo, pero valió la pena. El castillo de por sí, se notaba que no era tan antiguo como el de Conwy, estaba cerca de ser del 1800, pero la diferencia en infraestructura con castillos más viejos era alevosa.

La fachada tenía cosas muy particulares, como por ejemplo enredaderas (foto) de color morado adornando distintas partes del castillo, lo cual, a pesar de ser gris plomo, como todos, le daba un toque de vida, que aunque sea una enredadera, era bastante. También tenía balcones muy grandes con bordes circulares. Tampoco era demasiado común ver eso en los castillos.


Afortunadamente se podía recorrer la parte interior del castillo, que estaba totalmente decorada como se habrá usado en ese entonces, y lo mejor es que había salas que estaban ambientadas como eran en la época. Por lo tanto, voy a dividir lo que cuento entre las salas decoradas y las salas ambientadas.

Salas decoradas: El algunos momentos parecía que estábamos caminando por Versallies, debido a la hornamentación de las paredes, los pisos y los muebles. Había placares que tenían unas puertas que parecían de un fuerte. (No se podían sacar fotos adentro, así que solamente está mi relato). Esto que comento ahora, se nota a la legua que me dio letra la Negra ya que no soy capaz de retener todos esos conceptos juntos. Algunas de las habitaciones estaban empapeladas con papeles originales de William Morris, quien era un pionero en el movimiento arts&craft, en donde una de las cosas que hizo fue tener una fábrica de papeles y telas con motivos florales y mucha influencia oriental. Dentro de cada sala, había una persona que explicaba lo que querías de lo que veías ahí. Por ejemplo, en una que había una cama, te decían que el cubre cama se había hecho en el 1700 por tal dama de yorkshire y que trajo la tela de china. Explicaban como usaban los baños y las comodidades, como también eran los circuitos dentro de esas habitaciones.

Salas ambientadas: Lo de las salas ambientadas era algo que no nos esperábamos, sinceramente me impresionó lo bien que estaba la cocina. En la cocina, había una señora que vestida como cocinera de la época, también te explicaba todo lo que hacían ahí. La ambientación consistía en un hogar prendido, con mucho fuego y después presentaban una mesa de la forma que estaría cuando están cocinando. Los objetos eran de plástico pero imitaban perfectamente las carnes, verduras, frutas y panes. Había muchos hornos inmensos en donde se cocinaba mucha pastelería, y también tenían como una sala frigorífica en donde almacenaban medias reses. Había otra parte con piletas y otra más en donde cortaban la carne. Se veía todo muy real y te sentías en la época. Pregunté ingenuamente para cuanta gente se cocinaba, y era en total para 200, entre cervidumbre y gente estable. Otra de las salas, sería el lugar en donde comían, en donde tenian puesta a todo trapo una mesa como para 30 personas, en donde tenía su vajilla y sus cubiertos correspondientes. Los cubiertos obviamente de plata y las copas de cristal, había grandes candelabros y en el medio una hielera que era un cofre de cerámica en el cual podía entrar medio glaciar. Todas las habitaciones tenían timbres y cuando fuimos al cuarto de la cervidumbre, que también estaba ambientado, vimos que en el techo había como 100 campanas, indicando de qué lugar era que estaban llamando. Sólo para entendidos de Lost, el señor que estaba en esa sala dando explicaciones de cómo funcionaban las cosas, se llama John Lock.

También pudimos compartir con Lock información sobre qué estilo era el castillo, ya que formas que jamás había visto y él (coincidiendo con lo que había arriesgado la Negra) dijo que era de estilo Normando. Había columnas con muchos dibujos geométricos, pero nada cercano a lo romano. También había muchos rostros con gestos exagerados esculpidos como base o capitel de las columnas.

El Pennrhyns Castle es un lugar único, a pesar que me considero una persona viajada, nunca vi una decoración así, tampoco había visto ambientaciones de ese estilo, me parecieron muy propicias a la hora de ejemplificar. El lugar esta muy bien conservado y por otro lado, proporciona unas vistas tremendas.


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