Que vago que estoy para escribir, pero no voy a perder la costumbre, todavía me queda un día del viaje a Salta y a pesar que fue solamente hace un mes. El viaje de vuelta desde Cafayate hasta Salta capital para pasar año nuevo tuvo muchos condimientos.
Cachamos el auto y a los pocos metros vemos una pareja haciendo dedo y decidimos levantarlos, una pareja oriunda de Córdoba, unos chicos súper bohemios que estaban viajando a dedo por todo el norte hasta llegar a Bolivia. Iban sin un rumbo fijo y más que nada a dónde los lleven sería finalmente su destino. Afortunadamente, nosotros queríamos hacer el camino sospechosamente similar a ellos así que pudimos compartir todas las formaciones rocosas que hay en el camino.
El conserje del hotel nos había tirado 300 nombres de las formaciones rocosas, que obviamente me fue imposible memorizar, parecía que me estaba tirando el equipo del Borusia Dortmund del 77, pero afortunadamente, las cosas están señalizadas y más fortuna aún, había un tour que estaba unos 25 minutos adelantados a nosotros, entonces cuando veíamos esa Defender, nosotros parábamos y seguíamos al tour o veíamos de donde venían.
De las formaciones rocosas, la más recomendable es sin lugar a dudas el Anfiteatro. Es un lugar circular con unas paredes muy altas en donde una banda toca folklore. La acústica es genial, me tiré en las piedras y me puse a disfrutar de la música y de la paz que impone ese lugar. No hay spa que pueda relajarme como lo hizo la naturaleza ese día.
Otras formaciones como La Garganta del Diablo y los Castillos hacen que uno se sienta estúpidamente diminuto, lo colores y el tamaño de las rocas son imponentes, por otro lado hay como un silencio el cual nadie quiere romper que hace que aún el paisaje sea más lindo.
El trayecto desde Alemanía a Cafayate es increíblemente lindo por los colores, formaciones rocosas y por la variedad que propone la naturaleza, es un camino que en algún momento lo tienen que hacer, no olviden de llevar agua y protector solar con ustedes ya que el sol es proporcionalmente despiadado como la naturaleza hace belleza con los paisajes.
Cachamos el auto y a los pocos metros vemos una pareja haciendo dedo y decidimos levantarlos, una pareja oriunda de Córdoba, unos chicos súper bohemios que estaban viajando a dedo por todo el norte hasta llegar a Bolivia. Iban sin un rumbo fijo y más que nada a dónde los lleven sería finalmente su destino. Afortunadamente, nosotros queríamos hacer el camino sospechosamente similar a ellos así que pudimos compartir todas las formaciones rocosas que hay en el camino.
El conserje del hotel nos había tirado 300 nombres de las formaciones rocosas, que obviamente me fue imposible memorizar, parecía que me estaba tirando el equipo del Borusia Dortmund del 77, pero afortunadamente, las cosas están señalizadas y más fortuna aún, había un tour que estaba unos 25 minutos adelantados a nosotros, entonces cuando veíamos esa Defender, nosotros parábamos y seguíamos al tour o veíamos de donde venían.
De las formaciones rocosas, la más recomendable es sin lugar a dudas el Anfiteatro. Es un lugar circular con unas paredes muy altas en donde una banda toca folklore. La acústica es genial, me tiré en las piedras y me puse a disfrutar de la música y de la paz que impone ese lugar. No hay spa que pueda relajarme como lo hizo la naturaleza ese día.
Otras formaciones como La Garganta del Diablo y los Castillos hacen que uno se sienta estúpidamente diminuto, lo colores y el tamaño de las rocas son imponentes, por otro lado hay como un silencio el cual nadie quiere romper que hace que aún el paisaje sea más lindo.
El trayecto desde Alemanía a Cafayate es increíblemente lindo por los colores, formaciones rocosas y por la variedad que propone la naturaleza, es un camino que en algún momento lo tienen que hacer, no olviden de llevar agua y protector solar con ustedes ya que el sol es proporcionalmente despiadado como la naturaleza hace belleza con los paisajes.