Bueno, la verdad es que no escribí nada durante mi estadía en París por diferentes motivos, uno, es que me la pase paseando por todos lados y en los momentos en que medianamente tenía tiempo lo usaba para masajearme las piernas después de haber caminado 16km en un solo día. También usé el tiempo para dormir un poco, realmente, dormí menos que en días de total bardo en el laburo, nos acostábamos a la 1 de la mañana y quizás a las 8 ya estábamos arriba.
Es una ciudad de artistas, uno camina por la calle e intentan dibujarlo, ves muchos turistas sentados siendo pintados por personas que están ahí ganándose un mango. De las 3 veces que fui a París, definitivamente esta fue la más exhaustiva, visité todo lo que se podía visitar en 5 días y realmente lo disfrutamos. Los últimos dos días, alquilamos un carro, un Citroën C1 (es a pedal, pero rendidor) y nos fuimos a Versallies. Ya que estoy, voy a escribir un párrafo aparte para Versallies. Versallies es básicamente un quilombo de gente, 5 millones de chinos todos conglomerados en lotes de personas tratando de filmar (¿?) una columna, en realidad, de los chinos ¡voy a hacer otra columna aparte! Versallies es un mundo de personas, para sacar el ticket de entrada te comés media hora de cola de onda, tenés 2 boludos vendiendo entradas para miles. El ticket, cuesta solamente €13.50 … demás está decir que es una locura, no lo vale ni ahí. El chateau por dentro es impresionante, pero hay tanta gente que te empuja por sacar una foto, que no podés apreciar nada. El salón de los espejos que tiene unas arañas infernales, se ve sumamente opacado con la gente que hay, miles de cabecitas en donde cualquier foto que saques, sale un chino. Luego de visitado el chateau, que es grande, pero estresante, querés ir al baño. El baño es impresentable, teniendo en cuenta que hay como 3000 personas en Versallies a la vez, ¡hay 2 mingitorios y un inodoro! Un quilombo de gente para usarlos, tenés que hacer cola. Después de eso, tenés los jardines. Unos jardines de puta madre, mil kilómetros de pastito meticulosamente cuidado que realmente es precioso. Como los jardines son enormes, encontraron un negocio extra y te alquilan carritos como si fueran los de Golf, pero para recorrer los jardines ¡a €28 la hora! Pensar que casi por esa plata alquilás una Limo por medio día. Versallies es hermoso, pero hay tanta gente que se hace realmente complicado apreciarlo como se debe.
Por suerte, la Negra y yo, con nuestro C1, fuimos a otros Chateaus con casi nadie de gente, y pudimos apreciar muchísimo mejor las cosas, primero fuimos a Fountaine Bleu, increíbles las instalaciones, la decoración, la ornamentación de las paredes y todo el mobiliario, digno de una familia real. Es buenísimo, la gente esa se rascaba el hongo a 4 manos y la pasaban mucho mejor que cualquiera de nosotros. Después de Fountaine Blue, fuimos a Beaux le Viconde, cuyos jardines no tienen nada que envidiarle a los de Versailles, de hecho, fueron hechos por el mismo paisajista.
Los franchutes tienen un fetiche increíble con el tema de las flores, plantitas, jardines y arreglos, que cualquiera en Argentina diría que es puto, pero la verdad, es que como contraparte de lo que es un Chateau, los jardines esos son un caño, realmente recomiendo verlos en alguna oportunidad. Por consiguiente, si uds quieren seguir mi consejo, vayan a Fountaine Bleu y Beaux le Viconde y obtienen un mix perfecto entre chateau y jardín. La plata que pagan quizas son €2 más, pero se van de ahí completamente maravillados. De Versallies me fui como si hubiera manejado por Córdoba y Alem a las 7 de la tarde.
Ahora vamos con el nuevo capítulo aparte: Los Chinos. Cabe mencionar que yo le digo chino a cualquier persona que tenga sus ojos rasgados, no me importa si es japonesa, coreana, camboyana o vietnamita. Es chino. Punto. Los chinos tienen una general falta de respeto hacia el prójimo, cada vez que se mueven, empujan indiscriminadamente con tal de conseguir posición para poder filmar. Se te meten delante de una foto que podés estar sacando, gritan y alteran cualquier orden. En el Louvre, para ver a La Mona Lisa, todos corriendo en manada, a los gritos y filmando el recorrido hacia la espectacular obra de Leonardo Da Vinci. Muchas veces me pregunto ¿porqué filman tanto?, ¿acaso no disfrutan viendo las cosas? Para mi terminan viendo sus vacaciones por tele. No hay motivo para que uno tenga necesidad de filmar un cuadro. La verdad, que los chinos los encontrás siempre en todos lados, siempre haciendo quilombo y filmando, no importa qué, ni cuando, siempre hacen lo mismo y evitan que uno disfrute como turista las bellezas que los lugares tienen.
Hecho mi descargo, voy a seguir contando un poco más sobre París mientras estoy volando hacia Grecia escuchando Radiohead (The Tourist). La Torre Eiffel. Voy a ahondar un poco sobre ella. La Torre Eiffel es una de las cosas más grandiosas que vi en mi vida. Es increíble por donde se la mire, la maldita torre tiene más de 120 años y es increíblemente bella. Nosotros subimos de día, sacamos miles de fotos y apreciamos la grandeza de París como ciudad, pero también, un día que teníamos el C1, fuimos de noche. Es realmente indescriptible lo que uno puede sentir en el momento que la ve toda iluminada. Te sentís una bosta en el mundo, completamente insignificante, lo imponente que es, es decididamente imposible de transmitirlo, solamente viéndolo en carne propia uno puede entender la magnitud de la obra. Lo bueno es que a las 12.00 vimos su juego de luces. En cada hora o’clock, hace un juego de luces durante 10 minutos y es tremendo, podés estar años viendo como hace distintos juegos de luces simplemente destellando flashes que están ubicados estratégicamente por toda la torre. Hay video y fotos de eso, pero desde ya, no es lo mismo.
Vamos por un nuevo capítulo: Le Corbusier. La gente que es allegada mía, seguramente no tiene noción quién es Le Corbusier, bueno, yo estoy aprendiendo a base de golpes y de vivir con una arquitecta, voy a hacer una breve descripción de “Lecorbu” (Como le dicen los amigos) desde un punto de vista poco pragmático de una persona que no tiene idea de lo que es la Arquitectura.
Lecorbu fue un tipo que tuvo ideas 100 años antes de que en realidad se pudieran llevar a cabo, el flaco vivía 100 años adelantado. Los edificios que vi de él, no son la 8va maravilla del mundo ni mucho menos, pero he aprendido a ponerme en tiempo y lugar de cuando esos edificios fueron construidos y ahí a uno recién le cae la ficha. Lecorbu es el Jaco Pastorius de la arquitectura. Uno puede aburrirse de ver cosas de él, pero fue él quien lo inició todo.
La negra me llevó de los pelos a ver dos edificios que están por ahí en París o cerca (a uno fuimos con auto) y el tipo en los dos edificios se repitió, pero el concepto es tan claro que ya casi es una identidad. El flaco le daba muchísima bola a la terraza, a la iluminación, a la ubicación de los muebles y a que el piso de abajo esté libre de cosas. En realidad este tipo hizo fundamente en 5 cosas que la Negra me repitió, pero no retuve, pero sinceramente es lo que vi yo. Las casas que hizo este tipo, terminaron siendo inhabitables por la excesiva cantidad de luz que tenía. (Si eso lo hago yo en sistemas me matan, pero a este lo adoran) pero sin embargo daba con una buena visión de lo que iban a ser las casas de hoy en día, un concepto completamente distinto de lo que eran los espacios, no existía tan delimitadas las habitaciones sino que quizás un mueble amurado te dividía una pieza de un baño. O quizás encontrabas una cocina que entraban 35 personas. Lecorbu no es fácil de digerir y no es fácil de conocer a no ser que tengas contactos con arquitectos, lo que si rescato es que me dio gusto haber conocido dichas obras ya que muchas veces ir a las fuentes es bueno. Las casas que vimos de Lecorbu fueron: Ville La Roche-Jeanneret y La Ville Savoye
Redondeando, París es una ciudad a la cual todos los que pueden llegar a ir, deberían ir, tiene muchas cosas encantadoras y que uno no ve a menudo. Las atracciones que tiene también son un caño, una ciudad de muchos íconos distintos y uno mejor que el otro. Aparte, también hay cosas más escondidas como toda la parte de Lecorbu y los Chateaus que no siempre están dentro de los recorridos tradicionales. Así que muchachos, junten unos mangos y tomensé un aeroplano para la ciudad de la luz, realmente vale la pena.