Está claro que se acabó la etapa dulce de los viajes y las anécdotas internaciones, pero, ¿cómo hago para dejar de escribir? Porque la realidad es que me gusta, entonces encontraremos otros temas por los cuales pieda expresarme.
¿Cómo son mis actividades hoy? Bueno, han cambiado ahora en Buenos Aires, por empezar, me despierto y camino unos 10 minutos paso cortito, pero a gran velocidad hacia el Globondi. El cual me deja en la puerta de Tech Park, las nuevas oficinas de Globant. El bondi está bueno, viajo sentado, no gasto en transporte malo, llego siempre a la misma hora, viajamos siempre los mismos, puedo ir laburando de ser necesario o sino simplemente viendo los mails que me llegaron en la diferencia horaria con lo cual llego a la ofi y ya estoy en tema con todo.
Las actividades dentro de la oficina no le importan a nadie, por lo cual las voy a saltear. Globant tiene tongo con Megatlón, una cadena de clubes y vi la oportunidad de anotarme y aprovechar que bajé unos kilitos para empezar a moverme un poco y quien te dice, en un momento, volver a un estadio a patear un poco. La gente de Megatlón no creo que se gane un Nobel, pero finalmente, después de estar 20 minutos en recepción supuestamente ya anotado, me dieron el ok para que entre. No tengo buenos recuerdos de la pileta, ya que me había sacado el hombro nadando crawl, pero la pileta siempre me tira, la natación es terriblemente completo y es bueno también para bajar un poco de decibeles. Hoy en día no tengo tantas presión como el año pasado, pero salgo de nadar y soy una ceda. No se puede creer lo bueno que es. Así que así estamos, esta semana fui varias veces también siguiendo algunos consejos de la Pancha, que nada de toda la vida, quien via gTalk me explicó cómo mejorar mi brazada y no morirme en el intento.
Llevo una semana en Megatlón, si aguanto 3 meses a este ritmo, no voy a tener problemas en volver al fútbol, peeero, hay que tener constancia. Con lo difícil que es.
En definitiva, siempre trato de meter deporte en mi vida plagada de restricciones, pero mal que mal, lo puedo hacer.
¿Cómo son mis actividades hoy? Bueno, han cambiado ahora en Buenos Aires, por empezar, me despierto y camino unos 10 minutos paso cortito, pero a gran velocidad hacia el Globondi. El cual me deja en la puerta de Tech Park, las nuevas oficinas de Globant. El bondi está bueno, viajo sentado, no gasto en transporte malo, llego siempre a la misma hora, viajamos siempre los mismos, puedo ir laburando de ser necesario o sino simplemente viendo los mails que me llegaron en la diferencia horaria con lo cual llego a la ofi y ya estoy en tema con todo.
Las actividades dentro de la oficina no le importan a nadie, por lo cual las voy a saltear. Globant tiene tongo con Megatlón, una cadena de clubes y vi la oportunidad de anotarme y aprovechar que bajé unos kilitos para empezar a moverme un poco y quien te dice, en un momento, volver a un estadio a patear un poco. La gente de Megatlón no creo que se gane un Nobel, pero finalmente, después de estar 20 minutos en recepción supuestamente ya anotado, me dieron el ok para que entre. No tengo buenos recuerdos de la pileta, ya que me había sacado el hombro nadando crawl, pero la pileta siempre me tira, la natación es terriblemente completo y es bueno también para bajar un poco de decibeles. Hoy en día no tengo tantas presión como el año pasado, pero salgo de nadar y soy una ceda. No se puede creer lo bueno que es. Así que así estamos, esta semana fui varias veces también siguiendo algunos consejos de la Pancha, que nada de toda la vida, quien via gTalk me explicó cómo mejorar mi brazada y no morirme en el intento.
Llevo una semana en Megatlón, si aguanto 3 meses a este ritmo, no voy a tener problemas en volver al fútbol, peeero, hay que tener constancia. Con lo difícil que es.
En definitiva, siempre trato de meter deporte en mi vida plagada de restricciones, pero mal que mal, lo puedo hacer.
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