Luego de la panzada del domingo, nos fuimos a dormir en la casa de Dean y al día siguiente el plan era ir de nuevo para Woking. Ahí es en donde estaba la oficina de HolidayAutos, con lo cual también me iba a poder reencontrar con Malcolm, Lechu, Yoann y Michael. Con todas las valijas cargadas en el Twingo, arrancamos para Woking, como es la costumbre, pasamos por Guildford y dejamos a Gemma en su trabajo.
El plan era encontrarnos en la oficina y de ahí ir a clavarse un Full English Breakfast. Un desayuno completo británico, es criminal, consiste mayoritariamente en huevos, pueden ser fritos o revueltos, una salchicha, porotos (pero no los pallares, son otros, no sé como es el nombre en castellano, en inglés son los beans), tomate caliente, tostadas, manteca y una suculenta porción de panceta. O sea, después de comer eso, terminás en coma. Yo desde ya que la panceta y la salchicha la dejé de lado por el tema sal, pero el resto, adeeentroo.
Como era de esperar, terminé empachado hasta las manos, pero el show tenía que seguir, así que fuimos nuevamente hasta la oficina, en donde yo supuestamente iba a sacar todas mis pertenencias e irme a Londres. Pero hete aquí que los chicos me dijeron, daaale quedaaate, y como tengo el sí tan difícil, me quedé laburando desde la oficina de HA. A todo esto, también cayó Antuán que tenía que ir no se qué con toda esa gente, así que estaba el salón colmado de celebridades.
Al mediodía, obviamente fuimos a comer a un pub, no podía ser de otra forma. Como yo estaba medianamente llenito con el desayuno inglés, no comí nada, pero sí, me tomé una deliciosa pinta de London Pride. Una buena Ale, cerveza bien rojita y un gusto amargo. Esta vez, si se bebió con mucha moderación.
Al final del día, me tenía que ir de Woking a Londres, a la casa de Antuán, por suerte, estaba él y me dio una gran mano changando la valija. Fue el re tramo, primero, tren desde Woking hasta London Waterloo, de ahí subte una estación y después combinación con otro subte (district line) hasta Stamford Brook. Se tardó, ¡pero finalmente llegamos!
La casa de Antuán está hecha concha, está en obra porque tuvo algunas dificultades con el baño, entonces tenés todo derruido en el baño (apenas se puede usar), luego un desfile de materiales y herramientas en el pasillo del derpa y luego en el living, una cordillera de artefactos. En fin, técnicamente el lunes ya tenemos el boliche arreglado. Espero que sí, porque la verdad es un garrón!
Para cerrar el lunes, qué mejor que cumplir con lo que en algún momento pensé y era “Que bueno sería tomar una pinta con Antuán en un pub de uk”, así que cruzamos la calle, fuimos al pub y misión cumplida. Ahora a descansar, el martes era nuevamente un día agotador.
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