No es novedad que los alemanes chupan de una forma desorbitante y puedo dar fe de ello. He tenido la suerte de ir un par de veces a Köln en donde la pasé con otro de mis amigos hechos en viajes. Este flaco es Robert (a la izquierda de la foto, ¡el de la derecha soy yo!), quien lo conocí en Australia, en Surfers Paradise, un bellísimo lugar. El tiempo hizo que sigamos en contacto y cuando me fui a vivir a Uk, yo tuve oportunidad de ir a visitarlo dos veces.
Me acuerdo de la primera vez, que el flaco tenía que entrenar un sábado para un partido que iban a hacer el domingo de handball. Rob había hecho muchísimo hincapié en que no iba a irse al carajo con el chupi porque sino en el partido no rendia nada, que no veía la bola y que parecía un discípulo de Orteguita. Yo, ingenuo, le dije, bueno, dale, no hay drama, yo tampoco tomo mucho.
Salimos el sábado a la noche de gira y cuando salimos de la casa, el flaco cacha dos tubos de una cervecita alemana bien frappé. Yo le pregunto, cuchame, ¿acá se puede escabiar en la calle? ... ¿me estás preguntando en serio?, me dice temerosamente, y agrega, "ya vas a ver".
Salimos a la calle tomando una birrita each y cuando subimos al tren que nos llevaba a la ciudad, adentro del vagón de tren ¡parecía Oktober Fest! una animalada lo que estaban chupando todos estos pibes. Para los que alguna vez viajaron a Uruguay con Buquebús, habrán visto que todos llevan su mate, bueno, acá, todos llevan su birra.
Caimos en un par de pubs y el flaco era una máquina de escabiar, pero una verdadera máquina, yo le perdí la cuenta al tercer litro de cerveza. ¡Y eso que se tenía que cuidar por el partido de handball! Aparte, yo quedaba como un afrancesado porque no le podía seguir el ritmo al flaco que estaba a media máquina, porque no sólo que toman mucho sino que no tienen intervalos, se abren de a dos botellas para no perder tiempo entre abertura y abertura. Los tipos tienen una velocidad para asimilar la cerveza que yo no tengo, es decir, yo me siento lleno, tengo que ir al baño un par de veces y unos provechitos como para hacer lugar, pero estos tipos parece que juntan cerveza en las gambas.
Al día siguiente, finalmente hizo el partido y después del partido me dice: "Hoy si, hoy puedo escabiar bien porque no tengo el partido" ... ni me quise imaginar.
La segunda vez que cai a Köln, hicimos un asadito, bah, un asadito, una BBQ que consistió en tirar cosas muertas a la parrillita a gas pedorra de uno de los pibes mientras mirábamos un partido del mundial.
En un momento de la BBQ hice el siguiente video y creo que resume muchísimo la sociedad alemana con respecto a la bebida.
Friday, 16 February 2007
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