Sunday, 13 May 2007

Enigmáticas Cuevas en UK

Luego de nuestra última entrada a Uk, Dean nos había ido a buscar a Heathrow para ir a alojarnos a su casa nuevamente, y el plan según habíamos pensado, era en que ellos (Dean y Gemma) se tomaban el día en el laburo y nos íbamos para Cheddar a boludear un poco.

Cheddar es la ciudad de donde lógicamente nace el Queso Cheddar, y si bien no es muy grande ni nada menos, tiene sus encantos.

Al día siguiente nos levantamos tempranito y nos subimos a la Santa Fe de Dean y nos mandamos para Cheddar, luego de casi dos horas de viaje en el monstruo que tiene por camioneta, empezamos a divisar un acantilado que daba a la ruta, bastante alto, era como que la montaña se había partido en dos y en el medio pasaba la ruta, era muy pintoresco. La ciudad en si, es muy chiquita y muy antigua, se pueden ver casas que tienen arriba de 200 años como si nada, todas hechas en piedra, bajasy desgastadas, denotando su edad.

A Cheddar se puede ir por 3 cosas basicamente:
1. Ir a conocer el queso que fabrican ahí
2. Ir a conocer las cuevas donde inicialmente se almacenaba el queso
3. Hacer escalada en roca

Desde ya que la 3 la descartamos ipso facto, y nos dedicamos a explorar las primeras dos opciones. Hay una fábrica de queso a la cual uno puede acceder y ver cómo se prepara todo el queso cheddar, basicamente hay un tipo en una pecera laburando y otro tito de afuera de la pecera te explica qué demonios es lo que está haciendo. El proceso en sí es bastante simple, solamente ponen leche, le agregan una bacteria, lo filtran, lo fragmentan, lo prensan, lo vuelven a fragmentar y luego lo vuelven a prensar. Eso de fragmentarlo al principio es la característica del queso cheddar, que es como que lo airean y eso le da un sabor especial. Después de eso, lo ponen en una heladera a madurar. En la heladera puede estar desde 6 meses hasta 18 meses, dependiendo el tipo de queso que se quiera hacer.

Cheddar, como mencioné antes, está insertado en montañas; misteriosamente un muñeco decidió ir más allá y en las montañas encontró un montón de cuevas subterraneas, esas cuevas inicialmente fueron las que se usaron para almacenar y estacionar el queso, ya que en la cueva siempre hay la misma temperatura y la misma humedad y aparentemente es propicio para que el queso tenga ese sabor increible.

La historia del queso viene de un accidente, como muchas cosas del mundo moderno, un boludo, se olvidó en la cueva una porción de leche y cuando lo volvieron a encontrar ya casi estaba hecho queso. A partir de ahí mejoraron el proceso y lo adoptaron.

Lo bueno de Cheddar es que la historia de la cueva y del queso se mezclan, pero arrancaron por partes distintas, así como alguien se olvido queso en la cueva, hubo un tipo, quien creyó en encontrar algo más en las cuevas y dedicó mucha parte de su vida a la excavación, hasta que luego de casi 8 años encontró una gran parte dentro de la montaña en donde se pueden ver estalactitas, estalagmitas y columnas, que se formaron con el paso de los miles de años. La cueva hoy en día está refaccionada para turistas y el recorrido es buenísimo, inclusive podés ver en ciertos lugares en donde todavía, la empresa esta que fabrica queso, aparte de almacenar en su heladera, tiene quesos almacenados ahí.

Cheddar es un buen lugar para ir por un día, es complicado llegar ya que solamente es por auto o por excursión y tiene esa mística de dos historias que se mezclan y que hacen a la historia de la pequeña ciudad.

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